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domingo, 23 de mayo de 2010

EL EMO NO MOLA, EH?

Harta. Harta. Harta de mí. Cuánto tiempo embargado esperando. Ya corro. Ya vivo sin hidratos de carbono. Ya me importa un rábano lo que opine de mí casi todo el mundo salvo media docena entre consanguíneos y putativos. Ya soy productiva y tengo algún plan al respecto. Queda atajar también la percepción autosubjetiva y voilà, renacimiento mariano.
Y dedicar estas palabras a otra cosa, al hedonismo quizá. A la vida pero sin tanto ombliguismo del triste. Ahora hay que ponerle ombliguismo endorfino y tal.
Hoy querida audiencia, o sea Rachel, vamos a intentar asomar el flequillo por el ventanuco, después el jeto, luego el muslamen y quizá mañana el representamen. Y que lo curta el sol, carajo, que estoy verde de tanta casa y tanta química.



Hay que bailar esta canción sin parar, sin poder parar. Y dejarle claro a Nacho
Vegas que está jodido con nosotras, la llevas claro, triste, que eres un triste.
Conozco a un triste que al menos hace canciones divertidas. Eso sí que tiene mérito.

jueves, 20 de mayo de 2010

CAMBIAR LA PIEL O TODAS LAS RESPUESTAS VALEN




Pues sí. La clave está en saber la pregunta porque las respuestas son como las miradas cada uno tiene la suya y aunque pensemos que sí, no siempre pueden universalizarse.
Cuando el señor de las manos grandes pregunta ¿qué haría falta? no sé qué contestar porque tengo muchas respuestas. Haría falta otro reto. Un reto total como el que me ha sugerido. Dos libros y un cambio de piel. Y si me pelo en verano ¿cómo sabré que la he cambiado?

miércoles, 19 de mayo de 2010

EL SOL

Por fin ha salido el sol. Ahora sólo falta que caliente. Yo querría sentir eso en la cara, quemando, quemando, curtiendo la piel y surcando las arrugas que están por venir. Que vengan de una vez. Sol... calienta, calienta, calienta.

viernes, 7 de mayo de 2010

MAÑANA



Mañana será un día muy duro. Aguardan emociones de las que no se pueden disimular. Pruebas. Y no estoy afrontándolo de ninguna manera. La tristeza acumulada seguirá interrumpiendo los minutos hasta que salga de mí por completo. Hasta que se renueve con otras penas. Con todas las que quedan por venir. Pero intento convertir esta en mi única calma. Justo la calma que llega cuando sabes que haces lo correcto. Aunque duela.
Mañana intentaré muchas cosas que ya no pueden esperar mucho más sin que esa espera se convierta en un nuevo cataclismo.
Así que mejor mañana. Mejor lo pienso mañana. Mañana a lo mejor es un día mejor que hoy.